Riesgo aparente de arbolado

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INFORME TÉCNICO: RIESGO APARENTE DE ARBOLADO

ANTECEDENTES DE RIESGO APARENTE DE ARBOLADO

La administración de la zona residencial Playas del Duque, contacta con los servicios técnicos de NaturClimb. El objeto es presentar un informe que valore el riesgo aparente de los ejemplares arbóreos de una masa arbolada o rodal, de pino piñonero (Pinus pinea).

El pinar, anterior a la propia construcción de la urbanización, se encuentra ubicado en la Avenida Playas del Duque, Puerto Banús (Marbella, Málaga).

El presente informe de riesgo aparente de arbolado, no hace referencia a ningún expediente en el Registro de Parques y Jardines de Marbella, pues no se ha solicitado hasta el momento ninguna actuación.

A la parcela se desplaza Enrique DECKLER COLOMER, Ingeniero de Montes y arbolista trepador, como representante de NaturClimb para valorar el riesgo aparente de arbolado. El objetivo de este informe de riesgo aparente de arbolado es aportar soluciones a corto plazo, pues el complejo residencial está ocupado gran parte del año, por lo que, en caso de caída, el riesgo de diana es muy elevado.

SITUACIÓN ACTUAL DE RIESGO APARENTE DE ARBOLADO

Entorno a la zona ocupada por las piscinas, zonas de praderas y próximo a primera línea de playa, se encuentra una masa arbolada de pino piñonero en estado adulto a maduro, con una edad aproximada entre 30 y 40 años.

La altura media total del pinar se puede estimar en unos 15 metros, si bien hay ejemplares arbóreos entre 12 y 19 metros (según la aplicación digital Arboreal). El diámetro normal medio es de 70 centímetros, si bien hay ejemplares arbóreos entre 40 y 90 centímetros.

Todos los ejemplares arbóreos han sido sometidos a podas de refaldado, encontrando diámetros de corte entre 40 y 60 cm. Estas podas recurrentes, han elevado la copa del rodal por encima de los dos tercios de la altura media total. Al mismo tiempo, las podas han desprovisto de toda la madera muerta en su interior.

El hecho de existir secciones de corte de este tamaño y relativamente recientes, hace evidente que no existe un plan de gestión de podas, especialmente en las podas de formación. Elevar las copas de esta manera, hace que la energía absorbida por el árbol se reparta de forma menos uniforme a lo largo del tronco y, el momento de empotramiento en el cuello de la raíz, zona que une el tronco principal con el sistema radicular, sea mayor.

Por otra parte, eliminar toda la madera muerta del interior de los árboles, especialmente para facilitar la entrada de luz para las praderas, hace que cada árbol se comporte de manera diferente frente a la dinámica del viento, pues esta juega un papel muy importante en la absorción de energía y, por lo tanto, la reacción y movimiento del árbol frente al viento.

Por tanto, tanto las podas de resalveo, como la eliminación de piñas y ramas secas, hacen que se pierda eficacia en la disipación de las cargas de viento.

En el transcurso del 2022, se han producido la caída desde la base, incluida la zona de compresión, de dos pinos sin previo aviso; limitándose la superficie de tierra elevada, únicamente a la zona de compresión del árbol. El riesgo aparente de arbolado es muy elevado por el defecto producido en el sistema radical.

Lo que se puede observar en los ejemplares caídos, no es únicamente que no existe superficie ocupada por el sistema radicular, sino la inexistencia de raíces migratorias y de contrafuertes en el cuello de la raíz. Los contrafuertes son el incremento de madera en la zona basal que acompaña y se extiende hacia la posición radicular.

La presencia de contrafuertes es un factor positivo y proporcionan indicios de buena estabilidad, eliminando otras opciones características debidas al enterramiento, estrangulamiento, etc.

A ello, se puede añadir que, por la etapa de desarrollo actual de estos, la caída ha coincidido en el momento de perdida de la raíz pivotante que se desarrolló en el estado joven. Esta raíz pivotante es característica de las coníferas.

riesgo aparente de arbolado

De igual manera, y para concluir con las observaciones del sistema radical, se identifican ciertos ejemplares con raíces espiralizadas.

Cuando se producen árboles en vivero en un envase inadecuado, las raíces al alcanzar el fondo del recipiente tienden a revirarse enrollándose sobre sí mismas, a este fenómeno se lo conoce como espiralización radicular. La espiralización radicular es especialmente importante en el caso de árboles o arbustos de gran porte, ya que, con el tiempo, estas vueltas de sus raíces acaban estrangulando la raíz del árbol comprometiendo su estabilidad y su desarrollo. Todos los factores descritos hacen que aumente el riesgo aparente de arbolado.

No se ha identificado durante este año por parte de los servicios de jardinería, la presencia de ningún hongo que pueda estar afectando especialmente al sistema radicular. No obstante, si se ha advertido que en caso que aparecieran se tomen fotografías y no se eliminen.

Se puede observar, especialmente aquellos que tienen un alcorque de mayor dimensión, han desarrollado raíces migratorias, pero la mayor parte de estos están desprovistos de esta herramienta tan importante para estabilizar al árbol. Cuando aparecen estas raíces migratorias, se aprecian cortes superficiales consecuencia de las cuchillas de la maquina cortacésped; estos cortes son entradas potenciales a hongos xerófitos que pueden debilitar el sistema radicular. Incrementando el riesgo aparente de arbolado.

Como se cito anteriormente, parte del rodal ya estaba instalado previamente a la construcción de los jardines y zona residencial. Durante la construcción del jardín es muy probable que, al añadir tierra vegetal, se subiera la cota de tierra, enterrando el cuello de raíz. Esta es una de las zonas de mayor intercambio gaseoso durante la respiración del árbol. El árbol se ve obligado a desarrollar nuevas raíces a la nueva cota, provocando un debilitamiento del anclaje y un estrés al mismo tiempo.

Se aconseja descender la cota de tierra hasta donde se encuentren raíces, al mismo tiempo que se aumenta la superficie de los alcorques. Lo ideal sería incrementar el alcorque a la proyección vertical del perímetro de la copa en el suelo. Se puede estudiar la posibilidad de crear en los alcorques, unos areneros tipo campo de golf, dándole uso para las personas que ocupen el jardín. De manera, que en el jardín se encontraría una zona de pradera y otra de arena. El objetivo es reducir el riesgo aparente de arbolado.

Debido a la caída de ejemplares arbóreos, lo cual produce huecos, una de las primeras consecuencias es el cambio en las variables dinámicas a las que el árbol ha desarrollado su madera. Es decir, las condiciones dinámicas de la masa se ven alteradas y, por lo tanto, la respuesta frente al viento. Esto puede aumentar el riesgo de caída de árboles.

En caso de eliminar pinos, se aconseja que no se creen huecos en el rodal y que sean principalmente ejemplares aislados en los que no se puede realizar una triangulación (criterio principal de tala y apeo).

Observando el vigor de los árboles y la ausencia de hongos que podrían causar las caídas, se puede concluir que tienen un estado medio-alto. El vigor se puede observar en la opacidad y densidad de la copa, la fructificación y la geometría de la copa.

Añadir que es muy común que en masas arboladas que crecen sobre praderas de césped, el sistema radical de estos se “acomoda” y no se desarrolla anatómicamente como le correspondería en una zona de dunas, donde se emplea esta especie forestal para fijarlas, al estar provistos de potentes raíces migratorias que anclan al árbol a suelos arenosos y no existe riesgo aparente de arbolado.

El árbol adapta su sistema radical al espacio que tiene y limita el crecimiento de sus raíces de exploración o raíces finas en caso de tener agua y nutrientes abundantes, como es en el caso de vivir en zonas de praderas bien cuidadas.

Se observa en el cepellón del árbol caído, la inexistencia de raíces oblicuas, que tienen una componente principalmente mecánica. Es decir, es como si hiciéramos “vago” al sistema radicular del árbol al integrarlo en una pradera de césped, regada y abonada.

La competencia establecida entre el sistema artificial árbol-césped, provoca junto con los riegos, desbroces y abonados un levantamiento del sistema radical, menor desarrollo y, como hemos mencionado, la presencia de cortes por obras, pudiendo comprometer la estabilidad del árbol.

Existen dos parámetros fundamentales para mejorar el vigor y estado fisiológico del sistema radical de cualquier árbol: la descompactación del suelo y el exceso de agua que puede producir la anoxia y asfixia de raíces. Se observa en los hoyos de los ejemplares caídos, que el suelo no es arenoso, sino mas bien franco-arcilloso en un primer análisis visual.

riesgo aparente de arbolado

Como es normal en cualquier masa forestal, los árboles de borde, no solo desarrollan una madera diferente, más flexible con mayor contenido en celulosa que lignina, sino que suelen estar inclinados. A la hora de diagnosticar el riesgo aparente de arbolado de un ejemplar arbóreo inclinado, uno de los primeros parámetros a observar, son los abultamientos en la zona de tracción.

Una sintomatología típica en los árboles con signos de descalce, es decir, perdida de cohesión entre el conjunto suelo-raíz, es un levantamiento de la zona contraria a la inclinación o zona de tracción, con una sensación de acolchamiento al pisarla, que suele coincidir con una depresión o disminución de cota en la zona contraria, en este caso, la zona de compresión.

Los árboles de esta zona ajardinada, al no tener un sistema radical bien desarrollado en superficie, no aparece el abultamiento y, por lo tanto, no hay un aviso evidente. Es importante citar, que los dos ejemplares caídos no estaban inclinados.

riesgo aparente de arbolado

Modificado de Mattheck, Rc: Radio del áreo de compresión, Rt: Radio del área de tensión.

(Apuntes de raíces y trasplantes. G. PASSOLA. 2011).

CONCLUSIONES DE RIESGO APARENTE DE ARBOLADO

Tras realizar el análisis visual del riesgo aparente de arbolado de la masa arbolada, y como se ha citado anteriormente, los árboles presentan un estado fisiológico medio-alto. Los ejemplares arbóreos, en su mayoría, están pasando de su etapa adulta a madura. A partir de este momento, pierden la raíz pivotante y reducen el crecimiento en altura, buscando la expansión en el espacio de la copa.

Debido al deficiente sistema radicular desarrollado por los pinos, donde la estabilidad de estos depende de la zona de compresión (la zona de tensión es prácticamente inexistente), y observando la estructura del rodal, se aconseja para reducir el riesgo aparente de arbolado:

  • Estabilizar con un sistema de sustentación artificial todos aquellos árboles en los que se pueda realizar una triangulación a dos alturas, y se tenga la certeza que, en caso de caída, quedará retenido por el sistema instalado. En el caso que esto ocurriera, el árbol será capaz de desarrollar un nuevo sistema radical adaptándolo a su nueva posición, siempre y cuando se amplíen los alcorques de plantación.
  • Solicitar la autorización de tala y apeo al Área de Parques y Jardines del Ayto. de Marbella, para aquellos en los que no se pueda realizar dicha triangulación. Al menos hay cuatro ejemplares identificados.
  • Ampliar los alcorques de los árboles que no se corten, reduciendo el riego y la cota de tierra hasta encontrar el cuello de la raíz. Estos alcorques se les puede dar uso en caso de poder instalar un arenero. El objetivo es estimular el desarrollo de raíces oblicuas y verticales en busca de agua, si bien estas tienen una función primordialmente mecánica; y al mismo tiempo, que se desarrollen raíces migratorias potentes en las que el árbol pueda desarrollar la zona de tensión, evitando por sí mismo, futuras caídas.
  • no realizar más podas de resalveo, pues estas hacen que se pierda eficacia en la disipación de las cargas de viento (al igual que eliminar piñas y ramas secas) al existir menos amortiguación e incrementan el momento de empotramiento en el cuello de la raíz del árbol.
  • Un cambio de especie vegetal en los huecos creados por los árboles caídos o cortados. Especies que soporten los vientos salinos, no desarrollen un sistema radical agresivo, no tengan flores o frutos que produzcan alergias y estén adaptados al clima subtropical de Marbella. Como especies arbóreas se puede proponer el flamboyán (Delonix regia) o las más conocidas como jacaranda (Jacaranda mimosifolia), albizia (Albizia julibrissin) y tipuana (Tipuana tipu), pero también se puede hacer uso de la eritrina (Erithrina sp.). Como especies arbustivas de porte arbóreo se puede proponer el callistemo (Callistemom sp.), el metrosideros (Metrosideros sp.), la aca (Acca sellowiana) y la plumaria (Plumeria sp.).

La pregunta de porque este informe no propone la tala y apeo de todo el rodal, con alto riesgo de diana e inestable sistema radical desarrollado, es importante responder.

Los árboles se van a estabilizar a nivel aéreo con el sistema de sustentación artificial. Es decir, en caso de caída el sistema instalado debe evitar que el árbol llegue al suelo. Una vez se realicen las mejoras en el suelo y se reduzca el riego, los árboles van a desarrollar un nuevo sistema radicular, en busca de agua principalmente, que va a crear la zona de tensión que necesita cada árbol.

El sistema de sustentación artificial que se va a proponer en un presupuesto anexo, que será una estimación para ejecutar una triangulación en tres ejemplares arbóreos, es el sistema TreeSave del fabricante alemán DRAYER. Estos fabricantes ofrecen una garantía de ocho años en los materiales.

La propuesta de riesgo aparente de arbolado es que, en caso de realizar esta instalación y transcurrido este periodo, observando como se ha desarrollado la zona de tensión de las raíces de los árboles y como ha trabajado la sustentación artificial, se pueda tomar la decisión de no renovar el sistema en su conjunto o parcialmente.

Para justificar la carga de ruptura del sistema de sustentación artificial a instalar, se parte de que la altura a la primera horquilla maestra (primera que resta sin podar) es de entre 6 y 8 metros de altura, lo que confiere al tronco principal un peso aproximado entre 2,5 y 3,5 toneladas, calculo obtenido a partir de la fórmula de Spatz.

Es decir, con un sistema que trabaje con carga de ruptura a 4 toneladas es suficiente.

Un último detalle en las observaciones indicadas, que hace referencia a la presencia de ejemplares de Araucaria sp. de hasta 30 metros de altura. Se aprecia que han sido capaces de desarrollar contrafuertes en la base del árbol, así como, raíces migratorias potentes, viviendo en el mismo entorno que los pinos.

 

 

En Málaga, a 20 de diciembre de 2022

Enrique DECKLER COLOMER

 

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